Un tema frecuentemente consultado en nuestros cursos y eventos, es cómo superar paulatinamente los miedos. Porque en verdad, ¿para qué mentir?, todos tenemos miedo a algo, por más que muchos lo "camuflan" con palabras del tipo: "yo no le tengo miedo, le tengo respeto".
El miedo es psicológico. Se trata de pensar desenlaces negativos a una situación que nos está ocurriendo o creemos que nos ocurrirá. Pero en verdad, si tenemos miedo a algo, es un síntoma claro que eso a lo que tememos, aún no ocurrió. Es decir, si le tienes miedo a quemarte con fuego, es porque en este momento no te estás quemando con fuego. Tener miedo, por lo tanto, es suponer, es algo puramente psicológico, a diferencia del susto o la respuesta básica de alarma que libera adrenalina en el cuerpo, que es de carácter fisiológico.
Por un lado, tener miedo es algo sano ya que es una medida de protección. Si no tuviéramos miedo de cruzar la calzada cuando vienen vehículos, entonces posiblemente hoy día estaríamos muertos. Pero por otro lado, el miedo nos limita, nos prohíbe crecer, hacer cosas que de otro modo no haríamos.
Ir superando los miedos día a día (cualquiera sean), nos permitirá ser personas más completas, nos irá haciéndonos fuertes de carácter, aumentando nuestra autoconfianza. En este sentido, el miedo es una suerte de "maestro espiritual".
En esta nota simplemente quiero comentar uno de los tantos métodos o planes para ir superando nuestros miedos, y logran los beneficios nombrados en el párrafo anterior. Este método se denomina "pirámide de miedos" y consiste simplemente en diagramar en un papel una pirámide, donde en la cima pondremos nuestro principal miedo e iremos bajando sucesivamente hasta la base, donde pondremos nuestros miedos más comunes y menores.
La idea es sencilla. Ir enfrentando de a poco, despacio, cada uno de nuestros miedos, comenzando por la base, hasta algún día llegar a la cima. De este modo, cada miedo superado nos hará más fuertes internamente y nos dará más herramientas para ir superando los siguientes.
Lógicamente, no se pretende que si el miedo principal es que una serpiente venenosa te muerda, entonces pruebes la experiencia, porque puede ser lo último que hagas en tu vida. Se trata en cambio de crear experiencias que nos hagan acercar a esos miedos, para ir enfrentándolos. Por ejemplo, en el caso de la serpiente, llegar algún día (previo estudio, conocimiento y guía de alguien experto) a asir con nuestra mano desnuda a una serpiente venenosa, evitando correr riesgos extremos.
Si queremos hablar exclusivamente de defensa personal, el procedimiento es el mismo. Realiza la pirámide escribiendo tus miedos en el entrenamiento y simula o acércate lo máximo posible a situaciones que te hagan sentir sensaciones muy similares a la situación temida.
Te aseguro que haciendo uso de esta pirámide de miedos, te ayudará a que un día logres ser una persona que se vence a si misma, que extiende sus límites hacia lugares nunca pensados, que encara la vida con una mentalidad nueva. ¡Inténtalo!.
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