Muchas personas tienen una especie de "fanatismo" por querer parecerse a Steven Seagal y tener la capacidad de reducir físicamente a una persona con sólo doblarle un dedo.
Es frecuente que en los cursos la gente nos consulte por técnicas de esta naturaleza o que siempre que circunstancialmente en un curso algún Instructor termina una secuencia defensiva controlando físicamente a su compañero de entrenamiento sin lastimarlo, todos quieran aprender esa técnica más que cualquier otra.
Y si bien hay algo de "bondad" en querer saber controlar a alguien físicamente a través de palancas, llaves y otras técnicas de control, sin lastimarlo, también hay bastante de fantasía detrás.
Controlar a alguien físicamente SIN lastimarlo, es casi un lujo en la vida real. Nadie se dejará controlar, todos forcejean y muchas de las técnicas que habitualmente se ven te ponen mucho más en riesgo, sin contar con la transpiración que siempre nos juega una mala pasada.
En las exhibiciones marciales, SIEMPRE hay consentimiento entre el Instructor y el alumno. Agarrar un puñetazo en pleno vuelo es fácil cuándo sabes que el otro lanzará un puñetazo, a una zona determinada, en un momento determinado, en una cantidad determinada y de un modo determinado. Pero la realidad es distinta. Una técnica así, por más "efectiva" que parezca, rara vez pasará el test más simple de realismo.
Y no escribo esto para "menospreciar" a las artes marciales que se especializan en técnicas de control y reducción (Aikido, Hapkido, Jiu Jitsu, entre otras). Tengo altas graduaciones en algunas de estas artes marciales que me parecen realmente apasionantes, pero soy realista que sólo un pequeño porcentaje de lo aprendido me puede servir en una situación real de violencia, cuándo no hay consentimiento, cuándo el daño que me pueden hacer es real, cuándo mi agresor está verdaderamente violento y cuándo no se dejará "doblar el brazo".
Mientras intentas "enroscarte" con tu agresor, él está pensando en cómo arrancarte la cabeza de un puñetazo. Eso es una desventaja.
Las técnicas de control y reducción se aplican cuándo el riesgo de un contragolpe por parte del agresor, es realmente menor. Cuándo hay "no cooperación" por parte de la otra persona, pero NUNCA cuándo tiene un arma en la mano o cuándo está muy "combativo". Sería simplemente una locura, una fantasía sacada de una película.
Y siempre hay que tener un PLAN "B" por si todo falla. Por eso nosotros no enseñamos técnicas de control y reducción hasta tanto el estudiante no sepa primero protegerse si "la cosa sale mal".
Pero sobretodo, lo realmente importante al margen de la técnica a utilizar, es cómo llegar a aplicarla, cómo aproximarse al agresor tácticamente, cómo preparar el control, cómo "entrar". Y como siempre decimos, dado que nadie se dejará controlar, hay que "ganarse el derecho" de controlarlo, lo que muchas veces significa "aflojarlo" con algún golpe que no haga daño real (más una distracción que un golpe) o bien utilizar la inteligencia en la interacción (y si es posible el trabajo en equipo) para preparar el terreno.
Controlar físicamente a alguien sin lastimarlo, en ciertas circunstancias es posible, pero las técnicas que funcionan son realmente contadas con los dedos de la mano. Recuerda, no se trata tanto de la técnica que utilizas, sino de cómo llegas a utilizarla, y nunca olvides que antes debes "ganarte el derecho" de controlarlo. Con eso en mente, te deseo buena suerte.
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